domingo, 7 de febrero de 2010

Los "Terribles 2 Años"

 Buscando información sobre el comportamiento de los niños de dos años, he descubierto esto por la red. Me ayuda a entender esta etapa de mi hijo que me está resultando muy dura.

 Los “terribles dos años”. 

La búsqueda de la independencia y la autoafirmación.


Durante su segundo año de vida el niño se vuelve más inquieto y su comportamiento resulta imprevisible. Pasa de la tranquilidad y la docilidad a las travesuras y las pataletas. Por eso se habla de los "terribles dos años". En realidad el niño está en plena búsqueda de independencia y autoafirmación.

A esta edad el niño es egocéntrico y posesivo y tiene una idea muy limitada de lo que está bien y lo que está mal. No se comporta mal deliberadamente, sino que actúa según sus impulsos.
Durante esta etapa está empezando a reafirmar su personalidad. Mediante su comportamiento desafiante busca la conformidad o el rechazo a sus actos.

Este es el momento ideal para establecer algunas normas básicas de conducta que le enseñen a distinguir lo que está bien de lo que está mal. A partir de los 18 meses la palabra favorita del niño es "no".

Con su comportamiento rebelde el niño está retando a los padres para saber hasta donde puede llegar. Si se le aleja del enchufe, el niño vuelve a acercarse, ignorando el aviso.

Algunas veces, en este tira y afloja, llega incluso a rechazar las cosas que siempre le han gustado. Estas son las ocasiones en las que es necesario adoptar normas claras y sencillas para mostrarle que tipos de comportamiento son aceptables y cuáles no lo son


EL ENTENDIMIENTO DEL NIÑO
A esta edad el niño todavía no comprende plenamente los conceptos de norma y aviso. En la mayoría de los casos no vale con decirle las cosas una sola vez, es necesario repetírselas varias veces, ya que el niño aprende de sus errores.
Si estos avisos se repiten de manera constante cada vez que el niño se comporta mal, se habrá establecido para él una norma.

Cuando haga una advertencia a su hijo, asegúrese de que lo ha oído y de que lo ha entendido. Debe mirar al niño y el niño debe estar mirándole.

También conviene ser claros y concisos. Una recomendación tan difusa como tienes que portarte bien no sirve con un niño de 2 años. Es mejor decir: No te puedes poner de pie en el sofá, No tires la comida al suelo,... Refiérase a actos concretos.

A la hora de enseñarle disciplina, no debemos exigirle más de lo que pueda asimilar. Las normas de conducta que los padres decidan establecer deben ser realistas y razonables y siempre deben tener en cuenta el carácter y la personalidad del niño.

Conviene hacer hincapié primero en las normas que tienen que ver con su propia seguridad y con determinados comportamientos agresivos, dejando para más adelante las que se refieren a comportamientos sociales.
Las normas deben ir aumentando gradualmente en número, a medida que el niño las va asimilando

¿COMO APRENDE MEJOR UN NIÑO?

Los seres humanos aprendemos mejor mediante estímulos positivos o premios que con el temor, las amenazas o los castigos; los niños también.

Para inculcar normas de conducta resulta mucho más eficaz alabar al niño cada vez que hace algo bien (aunque sea por casualidad), que los sermones, las amenazas...
Para conseguir que tenga un buen comportamiento, es fundamental que se sienta amado y valorado. De esta forma, aprenderá a amarse a sí mismo y a los demás y, en la relación con su entorno, se mostrará más tranquilo, receptivo y disciplinado.

Durante este periodo, para el niño es muy importante complacer a sus padres. Por eso, si recibe alabanzas cuando se porta bien, el niño se siente motivado a repetir esas pautas de comportamiento.

Destaque siempre su buen comportamiento por encima del malo y las demostraciones de alegría y afecto por encima siempre de las críticas y los castigos.

¿PARA QUE SIRVEN LOS CASTIGOS?

El castigo físico (sea azotaina, cachete, o zurra) NO SIRVE PARA NADA.
El mensaje que recibe el niño es el siguiente: Los adultos también pierden el control y se ponen muy desagradables.
También aprende que es lícito pegar a otros (especialmente si son más débiles). Él también considerará lícito recurrir a la violencia.

Los castigos de otro tipo tienen alguna ventaja, pero también tienen sus limitaciones.

Nunca debe castigarse a un niño con insultos ni humillaciones. Ni en público ni en privado. La autoestima del niño se debe preservar ante todo.

Se puede castigar la conducta, pero dejando claro que se sigue amando al niño. Los castigos deben ser proporcionales a la falta (y siempre con tendencia a la benevolencia).

Conviene que sean inmediatos para que el niño relacione la falta con su consecuencia. El niño debe tener clara cuál era la norma que ha incumplido.

No se debe castigar ni reprender si no había una norma previa.
Se deben considerar las circunstancias atenuantes para el niño. Estar cansado, estar enfermo, en un contexto extraño, con otro cuidador...

Cuando los padres sientan que han sido injustos con el niño, que han sido demasiado severos con él debido a situaciones ajenas a su voluntad (estar cansados, tensos por otro motivo,...), pueden y deben pedir perdón al niño, explicándole su error.
Para el niño será un aprendizaje importantísimo descubrir que:
- Sus padres se pueden equivocar.
- Se puede pedir perdón.
-Sigue siendo amado y respetado como persona por sus padres.

¿COMO EJERCER DISCIPLINA CON NIÑOS PEQUEÑOS?


El modo más sencillo de imponer disciplina con niños pequeños es por dos métodos:
-Perdiendo los privilegios
-Excluyendo al niño de toda actividad durante unos minutos

PERDIENDO LOS PRIVILEGIOS
Consiste en retirar permisos para hacer algo.
Por ejemplo: Como no has querido cruzar de la mano, ahora seguirás yendo en tu sillita amarrado, como no has recogido las construcciones, no podrás jugar con ellas hasta el jueves.

EXCLUYENDO AL NIÑO DE TODA ACTIVIDAD DURANTE UNOS MINUTOS

Consiste en aislar por unos minutos al niño, privándole del contacto físico con sus padres, de los juegos...
Cuando el niño se porta mal, se le debe llamar la atención con firmeza y suavidad, pero sin mimos. Puede que el niño responda al aviso con una rabieta o que repita la acción y sea necesario castigarle.
Entonces, lo más aconsejable es llevarle a otra habitación de la casa donde permanezca solo durante unos minutos sin sus juguetes ni ningún otro tipo de diversión.

En algunos casos, como el de las rabietas, es aconsejable dejarle solo hasta que se calme o deje de llorar. El niño puede ser recluido al corralito, a una caja de cartón grande, a una habitación de la casa... El retiro debe ser breve.
Si es preciso, por seguridad del niño, uno de los padres puede quedarse cerca pero sin dirigirse a él. Antes de permitirle reanudar la actividad normal, conviene recordarle la causa de que fuera excluido, la norma que no cumplió y pedirle que lo piense otra vez antes de obrar mal.


PALABRAS CLAVE

Coherencia, consecuencia , pertinencia y constancia

¿QUÉ ES LA COHERENCIA?
Es la correspondencia entre: Lo que se dice y lo que se hace (entre comunicación verbal y no verbal).
Lo que dicen y hacen el padre y la madre.
Entre lo que se permite hacer hoy y lo que se permite hacer en otro momento.

Si no hay coherencia, el niño no comprende qué es lo que puede o debe hacer, se siente confuso si otro día cambia la norma. Como no sabe a qué carta quedarse, no obedece las normas.

Los niños son expertos en detectar las Incoherencias y saben de forma instintiva aprovecharlas en beneficio propio.
Para el niño de esta edad, sus padres son su referencia y modelo. El ejemplo que recibe de ellos marcará en gran parte su comportamiento. Cuanto más disciplinados y constantes sean los padres en la educación del niño, más lo será él.

¿QUÉ ES LA CONSECUENCIA?
Significa que unas cosas deben tener relación con otras. Así, las normas de conducta deben ser lógicas y estar relacionadas con las circunstancias.
Teniendo en cuenta que el niño ha aprendido a andar y es un explorador nato, para evitar malos comportamientos, es aconsejable alejar de él aquellos objetos que puedan ser una irresistible tentación.
También debemos evitar pedirle que haga algo en los momentos en los que se encuentra cansado, tiene hambre o está asustado, ya que lo más normal es que reaccione mal.
Si se da una norma, el niño debe saber qué es lo que puede pasar si no la cumple. Si la falta es leve, también debe serlo el castigo. Si es grave, podemos ser un poco más severos.

¿QUÉ ES LA PERTINENCIA?
Es la oportunidad de una norma o de un castigo. Esto significa que las normas deben estar adaptadas:
-A la edad del niño (un niño de 2 años no puede aprender a comer con cuchillo y tenedor de forma apropiada).
-A su capacidad de comprensión (a esta edad no puede comprender algunas normas de higiene, como estornudar o toser hacia atrás).
- A las circunstancias: en un lugar nuevo, es de esperar que el niño no tenga claras las normas. Con un cuidador diferente, el niño dudará si la norma permanece e intentará ponerle a prueba.

¿POR QUÉ ES NECESARIA LA CONSTANCIA?
Porque el niño necesita consolidar lo que aprende, a base de repetir.
A la hora de enseñar al niño unas normas básicas de conducta, los padres deben mostrarse firmes y constantes. De esta forma, aprenderá a amarse a sí mismo y a los demás y, en la relación con su entorno, se mostrará más tranquilo, receptivo y disciplinado.

3 comentarios:

  1. Yo escribí aquí, se ve que no salió...

    ¿Como llevais vuestra crisis particular, Inma?

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  2. Pues como se va pudiendo Teresa... unos días mal y otros peor jajaja

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  3. todo eso está mu bien, pero yo te digo que una hostia a tiempo ....

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Muchas gracias por tus comentarios.
Muchi's Corner